En estos días he estado trabajando en la creación de piezas de joyería azul con materiales de reciclaje y fibras naturales. Específicamente con cápsulas de café rescatadas, y lana de oveja… además de usando una paleta de colores azules. Estarán disponibles para la venta navideña.

Creo que debemos aprovechar los materiales existentes, evitando promover la producción inconsciente o innecesaria. La idea de trabajar con cápsulas de café fue de Judit Pòcs, fieltrista que admiro mucho. El año pasado tomé una clase con ella para hacer anillos con estos materiales, y ahora estoy explorando otras posibilidades. Date una vuelta por su página y disfruta su maravilloso trabajo: https://pocsjuditstudio.hu

Como ella dice, los colores de las cápsulas son hermosos, y las texturas que se consiguen al golpearlas muy interesantes. Usar materiales de desecho como base de algo nuevo y potencialmente mejor, en inglés se llama upcycling. En español puede decirse suprarreciclaje, supraciclaje, o reutilización creativa, entre otros términos.

Suave y rugoso

Una de las cosas que me encanta de esta combinación de materiales, es el contraste entre la apariencia suave del fieltro, con la rugosidad de la cápsula de café. Al golpearla se forman pequeñas montañas picudas, pliegues o huecos, y su brillo cambia de dirección con la luz.

El contraste se refuerza con la textura suave de las fibras naturales de la lana fina, con la dureza del metal de reciclaje. El vellón se percibe cálido, en tanto que el aluminio frío. Me gusta pensar que así son los días, llenos de contrastes. De tal suerte, estas piezas de joyería son un poco como la vida misma, armonizan suavidad y aspereza, buscando la belleza en ambas.

Azul

El otro día decidí quedarme en mi casa en vez de subir al taller. Allá no tengo internet y quería escuchar un curso en línea, así que preparé las cápsulas y parte del proceso con anterioridad. Elegí la lana que usaría, es decir, la paleta de color. Me di cuenta que las cápsulas que tenía preparadas eran todas de tonos fríos y elegí la lana acorde a ellos.

Conforme fui haciendo una pieza y otra, me percaté de la enorme relación que tenían las piezas en su colorido. Por supuesto que había bajado un número limitado de lana de colores, pero al mismo tiempo repetía algunas combinaciones, con distintos fondos y en distintas proporciones. La gama me salía una y otra vez del alma.

No es un secreto que mis colores son esos. No obstante, los días anteriores había hecho algunas piezas con otra paleta. Una de ellas es roja con dorado, otra en rojos y naranjas… Quizá ese día tenía otro ánimo. Pero el día de los azules de pronto me pregunté si no estaba mal que todas estas piezas tuvieran casi la misma paleta. Alejé el pensamiento como una mosca molesta. ¿Porqué sería malo usar colores que salen del alma?

Pensé mucho en los colores. La profundidad que le da a los colores una base oscura. La luminosidad que les otorga una base más clara. El recuerdo de pavos reales o colibríes con la combinación de verdes y morado. Ese día los azules me hicieron feliz. Las cápsulas de café recicladas siempre me parecieron bellas y combinarlas con las fibras naturales me hacía querer seguir explorando…  aunque paré cuando la luz del otoño empezó a huir.

Emociones-energía

He aprendido a permitirme disfrutar de las pequeñas cosas. De los placeres chiquitos que me causan emoción. La emoción produce energía, de la bonita, que te impulsa a sonreír y a imaginar. Con estas piezas, que serán joyería azul con materiales de reciclaje y fibras naturales, quiero contribuir a que alguien tenga esas energías emocionales.

Con este breve texto te invito a que te regales hoy disfrutar con algo, por pequeño que sea. Que te de un toquecito eléctrico de emoción.

PD. Y recuerda que la disponibilidad de las piezas será primero para las personas que estén en mi lista de correo, así que no olvides inscribirte. Te mando un beso azul mientras tanto.

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