lana suave

¿Sabías que no toda la lana pica?

Alguna vez yo misma dije “toda la lana pica”, y no, no era verdad. Antes de empezar a aprender sobre wet felting o fieltro húmedo, basaba mi prejuicio en mi ignorancia y experiencia. Seguro recordaba algunas prendas que tuve, por ejemplo, de lana mexicana. En especial pensaba en un hermoso saco de San Juan Chamula, Chiapas, al que le puse un forro para suavizarlo. Sí, esa lana picaba, aunque era una bellísima prenda. Y no, no toda la lana pica. 

Aprender a crear fieltro cambió mi experiencia, y también adquirí conocimiento. La interacción con lana fina derrumbó esas ideas, pues el vellón de ciertos borregos es suave, muy suave. Con esa lana se suelen hacer las prendas de fieltro cercanas al cuerpo, aunque pueda usarse el mismo material para otro tipo de objetos. 

Al empezar mi aprendizaje descubrí algo obvio, pero que yo ignoraba: hay muchos tipos de vellón. Algunas clases sí, pero no toda la lana pica. La hay suave, sumamente suave. La variedad de razas ovinas es muy grande, y con ella sus distintas características. Varía, por ejemplo, la extensión de cada mechón, su color,  la suavidad, si es lacia, rizada, o crespa; si se puede teñir fácilmente o no, e incluso si puede fieltrarse. 

Papalote Teeswater Corridale Merino

Los fieltristas o personas que hacen felting, suelen elegir los tipos de lana que usan para lograr efectos estructurales, visuales, y de texturas particulares. Imagina a un pintor escogiendo su medio: ¿óleo, acuarela o lápiz? Con cada uno conseguiría algo distinto, ¿cierto? Lo importante, entonces, sería conocer cómo funciona cada uno para elegir el más adecuado para su objetivo. Te invito a ver este video en donde hablo los distintos tipos de vellón. 

La suavidad del merino

Quizá la lana más popular para el fieltro húmedo, sea la del borrego merino, que es de las más suaves. Por ejemplo, la lana Rambouillet tiene también una gran calidad, así como la lana de otras especies como el yak, el mohair o la angora. La suavidad del vellón también dependerá de la alimentación del animal, su edad e incluso la ubicación geográfica en la que vive. 

Cuando se habla de lana fina, usualmente nos referimos a lo delgada que es. Su grosor se mide en micras (una milésima parte de un milímetro, μm). Mientras menor número de micras tenga, más delgado será el pelo o vellón. El cabello humano, pese a su enorme variedad, mide en promedio entre 80-90 micras. Para la realización de prendas de fieltro se recomiendan usar micrajes mucho mas pequeños. 

En tiempos de la Nueva España, en lo que hoy es México, había muchos borregos merino, incluso se conocían como ovejas españolas. Sin embargo variados factores (y muy complicados) fueron provocando que se favoreciera la cría de otros borregos, principalmente para la carne. Por ello en México la lana que usamos para el wet felting es importada, y no es fácil conseguir vellón para fieltro de razas variadas.

Micras, micrones, micronajes

Cualquiera de las tres palabras las he visto como correctas para referirse a lo mismo. En la foto de abajo puedes ver, de izquierda a derecha, lana merino de 13, 16, 19 y 23 micras, así como lana corridale de 27. Se que es difícil ver la diferencia en la fotografía, pero créeme, se siente. 

Micras vellon

Aunque para prendas cercanas al cuerpo preferimos usar lana muy delgada, la más común se ubica en un rango entre 19 a 23 micras. La de menor micraje en mi país es mucho más cara, y casi imposible de conseguir. Aunque el mercado internacional cada vez prefiere mas un vellón más fino, se considera que hasta las 23 micras es aún confortable, flexible, y puede combinarse con telas para crear efectos impresionantes.

Lana que pica

Es difícil afirmar qué tan gruesa o ruda es la lana mexicana común en el mercado nacional, pero debe rondar las 30 micras. Se trata de mezcla de lana de distintas razas, y por ello, aunque a veces los proveedores no lo reconozcan, es muy complejo medir su micraje. Es común que ni siquiera nos digan las razas de las que obtienen la mezcla. 

La lana mexicana casi siempre se vende en una presentación a la que muchos llaman “en greña”. Es una lana que ha pasado ya procesos de cardado, también conocidas como “en manta”, “pañuelo” o “batt” en inglés. Esta lana cardada y sin peinar, facilita la creación de personajes de fieltro u objetos realizados con la técnica de fieltro de aguja o needle felting (para saber más ve aquí).

Lana cardada "en manta", y en medio, cardada y peinada.

Papalote Lana Batt Top

La presentación de la lana depende de la manera que se procesa. Después de lavarla y teñirla, se carda. En ocasiones también se peina, alineándose en una misma dirección el sentido del vellón. Un paso más allá consiste en descartar los pelos más pequeños y acomodar paralelamente sólo los vellones que tienen más o menos la misma longitud. La lana peinada se presenta en tiras largas, parecidas a estambres gruesos, y ayuda a disponer el vellón en una dirección precisa, lo que es necesario para crear algunas piezas. 

El que la lana se venda en manta, tiras, cardada, o peinada, no afecta su suavidad. En cambio, el grosor del pelaje sí cambia su capacidad para formar objetos con más o menos flexibilidad, para comprimirse, ser auto sustentables, o tener mayor o menor resistencia a la fricción recibida por el uso. A veces conviene usar lana más gruesa o más larga. Algunas razas producen vellón hasta de 30 cm de longitud.

Por lo tanto… no toda la lana pica, y de hecho algunas veces es exquisitamente suave. Más allá de ello, la lana es un material capaz de convertirse en una prenda, un textil artístico, o un medio para expresar y evocar sentimientos. Te invito a seguir leyendo sobre la lana y las técnicas de fieltrado a mano.

¿Qué es wet felting?

Súper poderes lanísticos.



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